Una mente poderosa

Compartir Facebook Twitter Whatsapp

Mi nombre es Constanza Oetiker y tengo 29 años. A los 23, cuando ingresé por tercera vez a la Universidad (luego de haber estudiado varias carreras) empecé con crisis de pánico y angustia. Palabras que para mi consciente eran totalmente desconocidas.

La verdad es que mis crisis comenzaron mucho antes, pero siempre lo asocié a sentirme mal e ignorar lo que mi cuerpo, mi mente y alma gritaban desde lo más profundo de mi interior.

Recuerdo perfecto cada detalle de mi primera crisis. Habían comenzado las vacaciones de invierno luego de un semestre donde comenzó una nueva aventura, nuevas experiencias, nuevos amigos. Todo era el escenario perfecto de una universitaria.

Fue un domingo. No podía quedarme dormida. Mis manos sudaban frío y de a poco mi cuerpo empezó a rigidizarse. No tenía el control ni de mi mente ni de mi cuerpo. Como pude llegué a la pieza de mis papás, creyendo que me estaba muriendo, que hasta ahí llegaba mi corta vida. Los levanté a todos, todos me acompañaron a la clínica. El diagnóstico era claro: CRISIS DE ANGUSTIA.

Lo escribo en mayúscula porque es importante recalcarlo y asumirlo.

Al principio no fue fácil enfrentar las palabras psiquiatra, tratamiento, ansiolíticos.

Pastillas para dormir, para ser feliz, para tener ánimo, para estar estable. Para vivir.

El tema de la salud mental estaba totalmente invisibilizado, incluso para mi antes de ese episodio.

Me sentí sola, poco comprendida. Para muchos mi condición fue una carga, y no los culpo porque no hay forma de explicar esa sensación que invade tu cuerpo y te imposibilita de todo.

Pasó el tiempo, y con la medicación ya me sentía mejor conmigo misma y con mis crisis. Pero sentía que debía hacer algo. Que quizás existían otras personas que pasaron lo mismo que yo, pero en otras condiciones, en otros contextos familiares o simplemente solos.

Es por eso por lo que en mi mente se activó una especie de alerta, que debía escuchar y hacerla realidad. Ahí apareció una idea. Una plataforma para liberar mis propios miedos y compartirlos con otros.

@futuramente.poderosa nació desde la guata, nació de querer ayudar y sentirme acompañada. Así ha sido hasta ahora.

 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

NO JUZGAR. AVANZAR, APAÑAR Y AMAR

Una publicación compartida por MENTE PODEROSA. (@futuramente.poderosa) el

 

Lo más hermoso que me pasó con este proyecto es que he conocido gente con la que jamás nos hemos visto y hablamos de nuestras crisis, de cómo ayudarnos y me lleno de más ganas de que la salud mental sea IMPORTANTE y CRUCIAL en este país.

La mente es poderosa y a veces nos puede jugar malas pasadas. Pero si nos aliamos al miedo, a nuestros pensamientos y los convertimos en cosas propositivas, podemos llegar muy lejos.