Cuidadores de pacientes con Alzhéimer: “Amor a prueba de enfermedad”

Para nadie es un secreto que el alzhéimer es una enfermedad muy compleja que afecta a casi 7.7 millones de la población mundial, y Chile, principalmente cuenta con un envejecimiento acelerado por lo que es un trastorno muy común (Coprad, 2017)

Los cuidadores de las personas con dicha enfermedad, son quienes cumplen un rol fundamental en la calidad de vida de estos. Suelen ser familiares cercanos y por lo general de sexo femenino, son quienes están pendientes de todos los requerimientos de atención y que muchas veces también llevan consigo enfermedades comorbidas como estrés, ansiedad, depresión, etc. Pero..

¿Son conscientes del desgaste emocional que están sometidos?

En muchas ocasiones se ve comprometido el trabajo remunerado, en donde la única alternativa es renunciar para así entregarle ese cuidado a la persona que se quiere, siendo una causa de baja en los ingresos en los hogares, y sumando otra carga al desgaste ya ocasionado.
Es importante prestar atención a las sensaciones que se van experimentando en este doloroso proceso de ver a alguien cercano deteriorarse día a día, o enfrentarse a situaciones imprevistas que pueden presentarse durante esta enfermedad, si sientes que estas sobrepasado no dudes en pedir ayuda a un profesional, estamos para escucharte, orientarte y entregarte herramientas para ayudarte, y si sientes que no puedes más, no te preocupes, no pondremos en duda tu amor y el esfuerzo que pusiste en el camino.

A continuación te daré algunas recomendaciones:

Identifique lo positivo del día en lugar de centrarse en las cosas que no se pueden cambiar.
Intente mantener comunicación interpersonal, hablar con otras personas con experiencias similares puede ayudar mucho.
Planifique tiempo para usted aunque sean 15 minutos al día
Es importante que coma cada cuatro horas y que siga una pauta regular de alimentación.
Procure dormir al menos ocho horas diarias, en caso contrario por lo bajo 6.
No se aísle
Ponga límites al cuidado, aprenda a “decir no”
Mantenga reuniones familiares en forma periódica y distribuya tareas entre ellos.
Infórmese de las redes de apoyo comunitarios.
¡Cuidarte, también es sinónimo de amor!